MEMORIA I

En los momentos de silencio y reflexión, es común sentir la presencia de aquellos seres queridos que ya no están físicamente con nosotros. A veces, en nuestros sueños o en los recuerdos que surgen inesperadamente, parece que alguna vez conversan con nosotros. Estas conversaciones, aunque no sean reales en el sentido tangible, nos brindan consuelo y nos recuerdan el amor y la conexión que compartimos.
Recordar a nuestros seres queridos es una forma de mantener viva su memoria. Sus enseñanzas, sus risas y hasta sus regaños siguen presentes en nuestro día a día. Es en esos momentos de introspección cuando sentimos que, de alguna manera, siguen guiándonos y acompañándonos en nuestro camino.
Aunque ya no podamos verlos ni tocarlos, su legado perdura en cada acción y decisión que tomamos. Nos inspiran a ser mejores personas y a enfrentar la vida con la misma valentía y amor que ellos nos mostraron. Así, aunque físicamente no estén aquí, su espíritu sigue vivo en nuestros corazones, y es en esos instantes de conexión profunda cuando sentimos que alguna vez conversan con nosotros.
ADRIÁN BERITOGNOLO