Cepram

IRREVERSIBLE

En soledad me aborrecía, en acción lo ignoré, con desesperanza sentí que se iba, sin importarme.

Inconsciente lo quise. Siempre lo quise.

Me dio tantas oportunidades.

Se dispuso, estuvo. Aunque reconozco que muchas veces lo desprecié.

Desde muy joven, fui avasallante.

El caracol de la vida mostró lo que significa, hoy lo valoro.

Aún late a mi lado. De un modo u otro, jamás se movió.

Con tremenda mezquindad, deseo retenerlo, darle un abrazo, hacerlo mío. Pero él corre.

Y caigo en la cuenta… el tiempo no tiene marcha atrás.

HEBE GORCHS

Taller Escribir para Perdurar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×