LA PALABRA
Cuánto cuidado habrá que tener al pronunciarla, ya que lleva un
poderoso mensaje que puede cambiar vidas. Al recibirla alegra,
entristece, anima y entusiasma y hasta se decodifica el tono y los
matices.
La madre que tranquiliza, el padre que aconseja, los abuelos que
cuentan historias y los maestros que enseñan .Todo a través de este
maravilloso instrumento que nos va transformando en mejores seres-
personas: “Hacemos cosas con palabras”.
Fantástico el poder que lleva en su carga, en la que se escribe está el
recorrido de la humanidad, en las poesías, canciones e historias de
los grandes hombres que nos han precedido.
Hay discursos que han cambiado y fortalecido a individuos y naciones
con su tono de esperanza y patriotismo como flechas directas al
corazón. El de Lincoln en Gettysburg que, a pesar de estar rodeado de
tumbas de jóvenes, con sólo trescientas palabras pudo transmitir un
volver a empezar.
Ni olvidarnos de Churchill con su “pelearemos por aire, tierra y mar…”
Martin L. King con su “I have a dream”, y no hace mucho, Steve Jobs con
su mensaje de “unir los puntos”.
“Hay palabras que solo llegan a los oídos, otras… los atraviesan y
logran besar el alma”.
Ojalá los gobernantes las usaran para sembrar la paz y hacer de este
mundo un lugar en que se viviera con la dignidad que merece el ser
humano.
INÉS MCKENA
Taller Escribir para Perdurar